Hoy, desde incongruencia CEN1 (centro de
Estudiantes del Normal 1) vemos la imperiosa necesidad de explicar lo que
realmente sucedió en el establecimiento el día 16 de septiembre del año
corriente.
En el día del 39 aniversario de la noche de
los lápices, nosotros como CEN1, y en conjunto con toda la dirección del
colegio, organizamos una intervención artística, y no un simulacro (un
simulacro es una “Acción que se realiza imitando
un suceso real para tomar las medidas necesarias de seguridad en caso de que ocurra
realmente”, y claramente no fue esta la finalidad de la intervención),
haciendo como si hubiera habido un golpe de estado. Exactamente a las 11.20 de
la mañana sonaron tres timbres de alarma, y los preceptores llevaron a los
estudiantes a uno de los patios, cuando llegaron al mismo, se encontraron con la
vicedirectora, quien nos ayudo con dicha intervención, en una esquina del
patio. Esta anuncio, a través de un micrófono (sonido que conseguimos como
centro de estudiantes y de la mejor forma que la autogestión nos lo permite,
por lo que no se escuchaba muy bien en alguna partes) que había habido un golpe
de estado, dijo que no iba a poder funcionar mas el centro de estudiantes, y
como se tenían que vestir los pibes a partir de ese momento. Por ultimo,
anuncio que la marcha de ese día no se iba a realizar; en ese momento
compañeros del CEN1 empezaron a repartir volantes, y un preceptor y un padre
mimbro de la comunidad educativa que se encontraban interpretando el rol de servicios
(uno vestido de negro y el otro con anteojos negros) se los llevaros “a la
fuerza”, mientras que un tercero (otro preceptor con anteojos negros) se
quedaba junto a la vicedirectora. Luego de esto, dos compañeras que se
encontraban en el primer piso del colegio, comenzaron a arrojar panfletos por
la ventana, y este tercer actor subió a “reprimirlas”. En el momento en que
aparece este último preceptor en el primer piso, empieza a sonar en el parlante
aquel tan reconocido audio de las madres de plaza de mayo pidiendo ayuda por
sus hijos y sus nietos. Al terminar el audio, la vicedirectora agarro
nuevamente el micrófono y anunció que todo había sido una intervención
artística en honor al 16 de septiembre, y dio paso a dos compañeras del CEN1 a
que leyeran dos textos, “el militante” de José Pablo Feinmann, y un texto que
abarcaba desde la parte histórica, explicando que paso el 24 de marzo del 76 y
que pasó el 16 de septiembre, hasta la parte en que explicaba como nos
atraviesa a nosotros, secundarios, esta fecha tan importante (ambos textos se
encuentran adjuntados abajo para quien desee leerlos). Además, mientras se leía
este último texto, se desplegó desde el primer piso una bandera con la
inscripción de “quien deja huellas no desaparece”, y luego de la lectura del
mismo se cerró el acto con la canción de “los dinosaurios” de Charly García.
La finalidad de dicha intervención era que los
pibes sintieran lo que sintieron todos los pibes aquel 24 de marzo del 76, la
finalidad no era hacer llorar a nadie, sino emocionarlos. Creemos que si, fue
una intervención fuerte, pero una intervención sumamente profunda y
movilizadora. La idea era mostrar lo iguales a nosotros que eran todos aquellos
pibes desaparecidos por luchar, que sintieron lo mismo que nosotros, que no son
nombres, que no eran algo lejano e irreal como muchos quizás lo sienten, sino
que eran personas que sintieron miedo, pánico, tristeza, impotencia, ganas de
rebelarse, de luchar, exactamente igual que lo que sintieron todos aquellos
estudiantes que se encontraban en dicho acto.
Sabemos bien que esta intervención, quizás, no
fue de el agrado de todos, algunos la consideraron muy fuerte, y pedimos
disculpas si alguno se sintió realmente mal, ya que no era la idea, la idea era
recrear aquel momento, y poder movilizar emociones, ya que creemos que son
formas de aprender y de concientizarse, la intención no era hacer una “joda”
como lo etiquetaron muchos medios, ni mucho menos, nosotros como militantes
secundarios tenemos muy en claro la importancia de esta fecha, y jamás haríamos
un chiste con algo de esta índole. Lejos de ser una “joda” fue una intervención
artística (intervención con antecedentes de haberse hecho en otros colegios)
con el fin de homenajear a todos los compañeros de aquel 16 de septiembre.
También pedimos disculpas, ya que sabemos que muchos medios tildaron de
“papelón” dicha intervención, porque no se escuchaba bien, sin embargo, y como
ya dije anteriormente, nosotros somos un centro de estudiantes que se
autogestiona, y conseguimos el mejor sonido que la autogestión nos permite,
ojala todos los colegios tuvieran sonidos propios, sin embargo, visto y
considerando que estamos con mas de 10 aulas clausuradas y los techos que se
nos caen, pedir un sonido propio, nos parece mas que una utopia.
Y si bien pedimos disculpas a todos aquellos
pibes que se sintieron mal, no pedimos disculpas por la intervención en sí, si
corregiríamos algunos errores que hubieran podido evitar malas
interpretaciones, pero no nos retractamos de esta intervención y nos mantenemos
firmes en nuestras convicciones de que esto no fue una joda, ni algo para hacer
llorar gente o asustar pibes, sino para movilizar, entender y, por sobre todo,
recordar.
Por ultimo, entendemos y respetamos las
diversas opiniones, entendemos y respetamos que haya gente a la cual no le haya
gustado la intervención, sin embargo, no entendemos ni respetamos que los
medios hayan difundido mentiras tales como que quien hablaba en el audio era la
presidenta Cristina Fernández de Kichner pidiendo ayuda, ya que quienes
realmente hablaban en el audio eran la madres, símbolo argentino de los
derechos humanos, además de que en todo el acto jamás se menciono el nombre de
la presidenta; o como que había chicos de primer año, quienes en realidad no
solo van a la tarde, sino que en ese preciso momento estaban en un acto
organizado por Scioli; y otras mentiras que nos entristecen por demás. Por
esto, pedimos no solo que se difunda este comunicado, que lejos de imponer una
postura, cuenta una verdad.
A continuación les dejamos no solo los textos
leídos durante el acto, sino además el audio de las madres que se escucho
durante el mismo, y un video filmado por un alumno que comprueba que quien
hablaba realmente, eran las madres, y no Cristina.
¿Qué es un militante? - Por José Pablo Feinmann
Un militante cree en la solidaridad social. No es un "individuo" en el pobre sentido que del individuo tiene el liberalismo burgués. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Su militancia lo hará mejor padre, mejor hombre de su mujer, mejor amigo de sus amigos.
Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos. El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organizatividad y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente. El militante, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia. La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree.¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo. Porque es cierto (según postula un diabólico axioma del pensamiento autoritario) que mil repeticiones hacen una verdad. Pero no es menos cierto que mil repeticiones pueden también aburrir, transformarse en un sonido apenas desagradable y persistente. En suma inaudible. El militante es un hombre que tiene una razón para vivir. Y más también. Cierta vez dijo Camas " Una razón para vivir es una razón para morir”. El militante, en efecto, puede llegar a morir por su causa. Pero en Argentina - hoy a esta altura de nuestra experiencia y de nuestro dolor- habrá que afirmar tenazmente que el momento más alto de realización de un militante es su vida (cualquiera de los infinitos actos en que su militancia lo ha comprometido) y no su muerte. La deshumanización acecha también al militante. Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. Puede creerse más heroico. Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje. Puede enajenarse en su lucha. Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás. Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: "Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos”. El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas. Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.
Hace poco mas de 39 años, un 24 de marzo de 1976 hubo
un golpe de estado cívico-militar que derrocó al gobierno constitucional
de la presidente María Estela Martínez de Perón e instauró una dictadura que
gobernó la Argentina entre 1976 y 1983 a través de una Junta Militar encabezada
por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas: Jorge R. Videla (Ejército),
Emilio E. Massera (Armada) y Orlando R. Agosti (Fuerza Aérea), este proceso se
autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”.
Hoy, hace exactamente
39 años, en la plata, se estaba llevando a cabo la operación de “la noche de
los lápices” que consistió en detener, secuestrar y torturar impunemente a 10
estudiantes secundarios por la simple razón de luchar por lo que creían y de
mantener fuertes sus convicciones.
Ya pasaron 39 años,
hoy en día, el motivo de su desaparición es claro, ellos no luchaban solo por
un boleto educativo, ellos luchaban por un cambio político y social mucho mas
profundo, que iba mucho mas allá de simplemente un boleto. A estos jóvenes, compañeros militantes como
muchos de nosotros, los sometieron a las más atroces torturas, pero así y todo
no pudieron callarlos, su lucha aún continúa viva.
Hoy, reafirmamos que
esta herida abierta no se cerro ni se cerrará hasta que se conozca toda la
verdad, se juzguen a todos los responsables civiles y militares de esta
masacre, y hasta que no aparezcan todos los niños apropiados.
Nosotros, los
secundarios, atravesamos silencios, vencemos miedos, nos levantamos, nos
multiplicamos, crecemos y somos la continuidad de los compañeros de aquel 16 de
septiembre, asumiendo nuestras convicciones y haciendo carne nuestros sueños.
Asumiendo el lugar que la historia nos guarda y el que nos vamos haciendo por
la prepotencia de trabajo, con aires de rebelión y alegría, dando lucha en
conjunto con la sociedad. Por eso seguimos convencidos de que la mejor manera
de homenajearlos es seguir levantando sus banderas y hacer propios todos sus
reclamos, por que la lucha no murió con ellos, sino que, hoy, la mejor manera
de homenajearlos es multiplicando su ejemplo y continuando su lucha. Hoy,
depende de nosotros que los lápices sigan escribiendo.
A 39 años de la noche de los
lápices...
¡No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos! Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas. Juicio y castigo a los efectivos que siguen en funciones.
¡No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos! Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas. Juicio y castigo a los efectivos que siguen en funciones.
¡Por nuestros derechos,
por nuestro futuro, NI UN PASO ATRÁS!
¡LOS LAPICES SIGUEN
ESCRIBIENDO HOY MAS QUE NUNCA!
Claudio de Acha! Presente!
Claudio de Acha! Presente!
Gustavo Calotti!
Presente!
María Clara Ciocchini!
Presente!
María Claudia Falcone!
Presente!
Francisco López
Muntaner! Presente!
Patricia Miranda!
Presente!
Daniel Racero! Presente!
Horacio Ungaro!
Presente!
30.000 COMPAÑEROS
DETENIDOS DESAPARECIDOS.
PRESENTES
AHORA Y SIEMPRE
Link del audio de las
madres de plaza de mayo y video durante la intervención en el que se escuchaba el mismo:
excelente lo que hicieron, ojalá en años venideros esto se multiplique tanto para este tema como para otros. estoy seguro que muchos se van a enojar pero una gran mayoria de chicos van tomar real conciencia de que la libertad que tienen ahora muchos la pagaron con sus vidas.
ResponderEliminarfelicitaciones!!! adelanteee!
ResponderEliminarAtenta a mucho de lo que se ha dicho y analizado para mal o para bien. Y a su descargo aquí en la parte superior, Quedo a disposición para charlarlo con ustedes. Tengo 34 años estuve en el Centro de Estudiantes del Colegio Nacional. Historias para contar sobre lo vivido y sobre lo que hacíamos para esta fecha cada año. De carácter fuerte y movilizador, pero atendiendo a detalles que son importantes a la hora de abordar estos temas. Simplemente si quieren les cuento y me cuentan. 2215251506, Rosaura
ResponderEliminarComo ex alumna del Normal N1 de La Plata os felicito. Rstuve en la marcha del 4 de junio y fue un orgullo ver tanta juventud presente. A nuestra generacion nos desaparecieron pero no podran desaparecer los ideales...
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